MADRID. El Senado ha tumbado esta tarde el nuevo techo de gasto con el que Pedro Sánchez pretendía elaborar los presupuestos para 2019. Los senadores del PP han utilizado su mayoría absoluta en la Cámara alta para ejercer su derecho de veto y evitar que la senda de estabilidad pasase del actual 1,3% del PIB al 1,8%, que ya había autorizado Bruselas.
En la práctica, esas cinco décimas de diferencia se traducirán en 6.000 millones que el Gobierno quería gastar en políticas sociales y con los que ya no podrá contar, según ha explicado durante el debate la ministra de Hacienda, María Jesús Montero. La ministra ha asegurado que “las grandes perjudicadas con esta decisión serán las autonomías”, pues la mayor parte de esos recursos extra estaban previstos para financiar a las comunidades.
Xavier Alegre, senador por Ciudadanos, se ha opuesto al nuevo techo de gasto pretendido por el Gobierno y ha afirmado que “pondría en riesgo a la economía española”. Alegre ha ironizado con el cambio de Gobierno en Andalucía y ha acusado a Montero de “nostálgica”, pues “cuando deje de ser ministra ya no podrá volver a la Junta” de la que fue consejera.
También el senador del PP José Antonio de las Heras ha alertado de las consecuencias, a su juicio “perjudiciales”, que tendría elevar el techo de gasto y ha avisado de que lo que Montero pretende “es volver a los últimos años de la etapa de José Luis Rodríguez Zapatero cuando todo se destrozó”.Además, ha acusado a la titular de Hacienda de querer “freír a impuestos a los españoles” y ha afirmado que los organismos internacionales no avalan incrementar el gasto.
El ‘sí’ a regañadientes del PDECat y ERC
Josep Lluís Cleries, del PDECat, por el contrario, se ha mostrado a favor de elevar el techo de gasto y ha explicado que la Generalitat necesita ese margen “para gastar unos 470 millones más para políticas sociales” el año que viene, aunque ha destacado que el Govern “no necesitaría ese dinero si hubiera un sistema justo de financiación de las autonomías”. Con todo, Cleries ya ha avisado que este voto no es un primer paso para apoyar los presupuestos de Sánchez, porque su partido no los respaldará “mientras haya presos políticos” en referencia a Oriol Junqueras y el resto de procesados por el procés.
El representante de ERC, Bernat Picornell, ha anunciado su voto a favor de las pretensiones de la ministra, pero lo ha hecho a regañadientes y porque se lo “pide el Gobierno de Quim Torra” para “no romper el último hilo de conexión” entre los Gobiernes central y de la Generalitat. “Hoy nos comemos el orgullo”, ha sentenciado Picornell.
Ferran Martínez, senador de Podemos, se ha remontado a la reforma del artículo 135 de la Constitución, pactado por PSOE y PP en 2010, que permitió tomar el camino de la austeridad. Para Martínez, “España es el país donde más ha crecido la desigualdad tras la crisis”.El senador podemista considera que el pacto presupuestario de Sánchez con Pablo Iglesias servirá para revertir las políticas de austeridad, por lo que se ha mostrado favorable El PSOE ha intentado sin éxito eliminar el veto al techo de gasto que el Senado ha ejercido hoy. Los socialistas presentaron en el Congreso una reforma de la ley de estabilidad presupuestaria con el objetivo de quitar ese veto.Pero la modificación de esta norma ha ido muy lenta y no ha llegado a tiempo para que evitar la votación de esta tarde.a alzar el techo de gasto.
Los socialistas culpan a los grupos parlamentarios de PP y Ciudadanos en el Congreso de haber bloqueado la tramitación de esa ley. Esta mañana el grupo del PSOE ha interpuesto un recurso ante el Tribunal Constitucional contra ese bloqueo. Pero los socialistas eran conscientes de que la resolución no llegaría a tiempo para impedir el veto, según ha explicado el diputado Rafael Simancas.
La votación de hoy no impedirá a Sánchez tener presupuestos. El presidente ha prometido que el Consejo de Ministros aprobará las cuentas para el año que viene en enero y las enviará al Congreso. No obstante, esas cuentas no podrán ser tan expansivas como Sánchez pretendía y tendrán que conformarse con reflejar la senda de estabilidad actual del 1,3%.
Después, el presidente tendrá que recabar los apoyos necesarios para la aprobación presupuestaria en la Cámara baja, lo que le permitiría agotar la legislatura con cierta tranquilidad. De momento, el Gobierno se encuentra con la negativa de las formaciones independentistas catalanas cuyo voto favorable es imprescindible, pero todo eso ya forma parte del próximo capítulo del culebrón presupuestario. EFE ,LA VANGUARDIA
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