El martes inició con el bullicio de una retroexcavadora en medio del
río Dajabón (Masacre), extrayendo material para desviar sus aguas y
conectarlas al canal de riego, que se erige del otro lado de la frontera
entre República Dominicana y Haití.
Los trabajos aumentan la tensión binacional, en la que ninguna de las parte pretende dar su brazo a torcer, aunque la posibilidad de un dialogo se ha puesto sobre la mesa en los últimos días.
A contra reloj trabajan las autoridades haitianas en busca de desviar las aguas del Masacre, esto, luego de que el gobierno dominicano reabriera el canal de la Vigía y anunciara la apertura de la frontera, exclusivamente para el intercambio de mercancías y medicamentos.
Pareciera una carrera sobre quien se hace con las aguas del afluente primero, mientras crecen las tensiones entre ambas partes, por la construcción unilateral del canal, específicamente en la comunidad de Juana Méndez, a la margen occidental de la isla.
Mientras esto ocurre y cuando el reloj marque las 8 de la mañana del miércoles, estaría iniciando nueva vez el intercambio comercial, paralizado desde el pasado 15 de septiembre.
Sin embargo, esto peligra debido a las amenazas de sectores haitianos, de boicotear la medida, ya que exigen una reapertura total de las fronteras, aun cuando han continuado con la construcción de la obra, única condición del gobierno dominicano para sentarse en la mesa del diálogo.
Con el paso de los días y aunque la obra continúa en marcha, la cantidad de haitianos alrededor de la obra es cada vez menor, lo que aparenta una falta de interés sobre un tema al cual se le estaba sacando provecho político en ambos países,
Un río que divide naciones y seca los bolsillos
Al ser cuestionado la semana pasada, el ministro de la Presidencia Joel Santos, reconoció que la República Dominicana está perdiendo RD$50 millones semanales, lo que al día de hoy sería cerca de RD$200 millones de pesos los que ha dejado percibir el país, por parte de uno de sus principales socios comerciales.
Sin embargo, varios comerciantes denuncian perdidas por montos muchos mayores por cada día de cierre fronterizo, pese a las ayudas otorgadas por el Gobierno para contrarrestar las mermas.
Pero la crisis afecta no solamente a la República Dominicana, ya Haití también está dejando de percibir millones de dólares, como debido al cierre total de las fronteras.
La crisis se agrava en Haití
Además del conflicto con Santo Domingo, Puerto Príncipe se enfrenta a otro gran problema, luego de que las autoridades Kenia rechazaran el envío de una fuerza multinacional liderada por el país africano, para intervenir a Haití.
Tras meses de letargo y cuando al fin se logró un consenso del Consejo de Seguridad de la ONU, ahora es la justicia keniana la que ha puesto a esta misión, que tiene como objetivo estabilizar al vecino país.
Aunque Nairobi había anunciado el envío de un primer pelotón de 1,000 policías para enfrentar las bandas en el país caribeño, el Tribunal Superior de la nación africana resolvió bloquear de manera parcial, tras una demanda del partido Thirdway Alliance contra el presidente keniano Wiliam Ruto y su gobierno.
Esto, bajo el alegato de que la Constitución le prohíbe este accionar, lo que ponen en jaque la misión, cuando ningún otro país se ha mostrado en disposición de comandar la intervención.
Mientras se debate sobre el destino de la misión, Haití continúa
sumergido en una aguda crisis política, social y económica, que tiene
sumergido en el caos a una población asediada por las pandillas y la
violencia, cuando el gobierno no logra ponerse de acuerdo para celebrar
nuevas elecciones y tratar de devolver la democracia en el golpeado
país.PERIODICO HOY
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